Un acceso directo, como su propio nombre indica, es un acceso rápido (directo) a un archivo en una determinada ubicación.
Podríamos por ejemplo, crear una nueva carpeta en la carpeta de Documentos, y crear un acceso directo de esa carpeta en el escritorio.
En la imagen de arriba podemos ver a la izquierda un archivo original y a la derecha el acceso directo a ese archivo.
Podemos mover el acceso directo a donde queramos, que seguirá funcionando igualmente.
Como podemos ver, el acceso directo almacena la ubicación del archivo al que nos vamos a dirigir cuando hagamos clic.
Podemos borrar o modificar el archivo de acceso directo a nuestro antojo, que este no modificará al archivo original, puesto que el acceso directo almacena la ubicación y la forma de iniciar el programa.
Podemos identificar un acceso directo si vemos que tiene una pequeña flecha en la parte inferior izquierda del icono.
Si en lugar de acceder al programa que tiene acceso directo, queremos acceder a la ubicación donde se almacena ese programa, haremos clic derecho en el acceso directo y después daremos clic en Abrir la ubicación del archivo.