Los programas portables pueden ser, como su propio nombre indica, portados a cualquier lugar. Es decir, este tipo de programas puedes meterlos en un disco duro externo, pendrive o cualquier otro tipo de unidad de almacenamiento y ejecutar el programa en cualquier ordenador.
Por ejemplo, si decides instalar un programa portable de edición de imágenes dentro del USB, no necesitarás instalar nada en el ordenador. Solo ejecutar el programa directamente desde tu unidad externa.
