Seguro has oído hablar mucho de los FPS. Este es el nombre que se le designa a los fotogramas por segundo que es capaz de reproducir la pantalla.
Por lo general, los monitores suelen procesar como máximo 60 FPS y según el rendimiento del ordenador, estos pueden ser bajos o altos. Cuanto mayores sean los FPS que tengas, mejor verás las cosas.
Por ejemplo, a la hora de jugar un videojuego te conviene tener la mayor cantidad de FPS posibles que pueda reproducir tu monitor. Si tu monitor soporta como máximo 60 FPS, lo ideal sería llegar a tener esa cantidad de FPS.
De nada te sirve tirar un juego a 1000 FPS si luego tu monitor soporta como máximo 60 FPS. Es desperdiciar recursos del sistema.